Años 50, Juan Miguel Calvillo comenzaba esta historia con tan solo un mulo y un carro, emprendiendo con una gran ilusión que aún palpita en los cimientos de lo que hoy conocemos como MarmoTres. En aquellos días, en Lucena, la semilla de un negocio familiar fue plantada con amor y sacrificio, sin sospechar el vasto legado que se estaba gestando.

Con cada saco de cemento y cada losa de piedra, se forjaba un compromiso con la calidad y la confianza. Juan Miguel, con su camión y tesón, trazó los primeros caminos hacia la grandeza, expandiendo poco a poco ese modesto comienzo hacia horizontes inimaginables. La fidelidad de los clientes, ese tejido de relaciones basado en la honestidad y el buen hacer, se convertiría en el cimiento sobre el cual MarmoTres edificaría su reputación.

La segunda generación, los hijos de Juan Miguel, llevaron el legado con orgullo, expandiendo las fronteras del negocio familiar. Desde excavaciones hasta derribos, cada proyecto era una oportunidad para dejar una huella imborrable en Lucena y más allá. El pequeño negocio que un día inició su padre se transformó en una empresa respetada y reconocida en el mundo de la construcción.

Y así, llegamos a la tercera generación, los nietos de Juan Miguel, quienes tomaron las riendas con valentía y visión de futuro. Bajo el nombre de "Marmotres 2020", trazaron nuevos senderos, abriéndose paso hacia el futuro con determinación y pasión. Hoy en día, MarmoTres se erige como un pilar fundamental en su ámbito, gracias al servicio impecable y la devoción constante hacia aquellos que confían en ellos.

Cada azulejo vendido, cada excavación realizada, es un tributo al legado familiar que perdura a través del tiempo. MarmoTres no es solo una empresa de materiales de construcción, es un símbolo de perseverancia, integridad y excelencia. Los clientes, fieles guardianes de la memoria histórica de la empresa, aún evocan con nostalgia el sonido del pitito, símbolo de una era marcada por el trabajo arduo y la dedicación inquebrantable.

En MarmoTres, la tradición se entrelaza con la innovación, creando un puente entre el pasado y el futuro. Cada paso dado, cada proyecto completado, es un testimonio vivo del compromiso perpetuo de esta empresa con su comunidad y con la calidad. MarmoTres, más que una empresa, es un legado, una historia de éxito escrita con sudor, sacrificio y un profundo amor por el oficio.